El atasco en el suministro de litio frena al coche eléctrico

“Una vez que despidamos para siempre al combustible fósil, la nueva energía destinada a poner en marcha nuestros coches será el petróleo blanco, sobrenombre por el que se conoce al litio. Este metal blando y pegajoso se utiliza para fabricar baterías de iones de litio o Li-Ion que no solo están presentes en todo tipo de dispositivos móviles como smartphones, tabletas y ordenadores portátiles, sino que actualmente son una de las mejores opciones para alimentar vehículos eléctricos debido al “alto rendimiento proporcionado tanto por su densidad energética como por sus ciclos de carga”, según Arturo Pérez de Lucia, director de AEDIVE, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico. Tampoco hay que olvidar que estos componentes cuentan con una segunda vida útil en el almacenamiento energético cuando han dejado de servir al sector de la automoción, pues conservan en torno al 80% de su capacidad, y que además pueden reciclarse una vez que sus ciclos llegan a su fin.

Aun así, De Lucia matiza que las baterías de Li-Ion todavía no han mostrado todo su potencial y les hace falta un 40% más de desarrollo con el que mejorarán algunas de las prestaciones que ofrecen, como la autonomía y los tiempos de recarga. De la misma opinión se muestra Carlos Arribas, responsable de Residuos de Ecologistas en Acción, que a día de hoy considera “absolutamente inviable” convertir toda la flota de coches de combustión en modelos puramente eléctricos (aparcando a un lado los híbridos) debido no solo a esa insuficiente autonomía, sino también a los problemas sociales, medioambientales y de salud que en ciertos lugares del mundo provoca la extracción de otros materiales necesarios para producir esas baterías, sobre todo grafito y cobalto”.

Link a la noticia completa