Qué debe pasar antes de que los autos eléctricos se apoderen del mundo

“Al futuro del auto eléctrico todavía le faltan algunas piezas. Hay escasez de algunas materias primas. No hay suficientes lugares donde recargar, y los autos impulsados con baterías siguen costando miles de dólares más.

En la ladera de una montaña densamente boscosa de la República Checa, tres hombres con casco y chalecos fosforescentes manchados de lodo cavan en busca del metal que podría dar energía a una nueva revolución industrial.

Observan atentamente cómo una perforadora móvil, montada sobre una oruga, golpea y hace girar una broca cientos de metros dentro del lecho de roca. El agua sale a borbotones de la perforación cuando la broca da con un manantial subterráneo.

Los hombres están buscando nuevas fuentes de litio, una materia prima que en este momento se encuentra en China y Chile, y que podría ser tan importante para la industria automotriz como lo es el petróleo en la actualidad.

A una velocidad que nadie esperaba, los autos eléctricos se están volviendo tan económicos y prácticos como los autos de motores convencionales. Los precios de las baterías de iones de litio están cayendo en picada, mientras los avances técnicos están aumentando las distancias de manejo y recortando los tiempo de recarga.

“Una vez que se echa a andar la tendencia, todo puede ocurrir muy rápido”, afirmó Guido Jouret, director digital de ABB, una empresa de sistemas electrónicos con sede en Zúrich, cuyos negocios incluyen la construcción de estaciones de carga.

Sin embargo, al futuro del auto eléctrico todavía le faltan algunas piezas. Hay escasez de algunas materias primas. No hay suficientes lugares donde recargar. Los autos impulsados con baterías siguen costando miles de dólares más que muchos de los vehículos que funcionan con gasolina.

Las automotoras están apresurándose para superar estos obstáculos. Estas empresas, y las millones de personas que emplean, corren el riesgo de volverse irrelevantes.

“Mucha gente está nerviosa por la velocidad con la que todo esto está llegando y cuánto tienen que invertir”, afirmó Norbert Dressler, un socio sénior de Roland Berger en Stuttgart, Alemania, quien asesora a la industria del automóvil…”

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