El gobierno presentó los lineamientos para la transición hacia la movilidad eléctrica, entre los que destacan el transporte público, la infraestructura, las normas y el financiamiento

La ministra de la Secretaría Técnica de Planificación, Carmen Ubaldi; el ministro de Industria y Comercio, Luis Alberto Castiglioni; y la representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de Paraguay, Edna Armendáriz.

Paraguay presentó este jueves la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica. El documento plasma el compromiso del país con la transición hacia la movilidad eléctrica como una medida prioritaria para la lucha contra el cambio climático. Es el resultado de cuatro años de trabajo entre el gobierno nacional, las administraciones locales, el sector privado y la academia, con el apoyo de organismos internacionales como el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La estrategia define los lineamientos para los próximos años en materia de movilidad eléctrica. Bajo una visión integral que busca avanzar hacia una transición tecnológica, ambiental, social y económicamente sostenible, Paraguay se fijó como meta que en 2030 sean eléctricos entre un 10% y 20% de la flota de los vehículos de organismos públicos y del transporte público, además de instalar 300 puntos de recarga públicos para esa fecha.

La presentación de la estrategia fue realizada por los ministros nacionales de Industria y Comercio, Luis Alberto Castiglioni, y de la Secretaría Técnica de Planificación, Carmen Ubaldi, junto con la representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Paraguay, Edna Armendáriz. El lanzamiento fue el último paso de un camino comenzado en 2018 a través de la mesa de movilidad de electromovilidad, una instancia de participación conformada por representantes del gobierno, del sector público, de la academia y de organismos internacionales que establecieron una hoja de ruta común de políticas públicas. La conceptualización de estos lineamientos se basó en la Guía práctica para el Desarrollo de una Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica, elaboradpo por Move. El pasado 8 de febrero, la estrategia fue aprobada por un decreto de la Presidencia de la República.

El ministro Castiglioni celebró la importancia de la estrategia como modo de gobernanza para el sector. “Creamos el gran marco que nos va a regir para ir hacia el futuro, que es la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica, para alcanzar todos nuestros objetivos en todos los sectores, con todas las sinergias, junto los sectores, público, privado y academia, con la cooperación de aliados internacionales, y con un sistema de gobernanza que ya está trabajando”, apuntó.

La movilidad eléctrica es una prioridad para el Estado paraguayo, como lo reflejan el Plan Nacional para el Desarrollo Paraguay 2030, la Política Energética Nacional 2040 y el Plan Nacional de Mitigación del Cambio Climático. Los tres plantean la necesidad de reemplazar el consumo de energía fósil por energía eléctrica. Paraguay cuenta con una matriz de generación de energía eléctrica con fuerte presencia de las energías renovables, principalmente hidroeléctricas. De hecho, es el país que más energía hidroeléctrica exporta, medido en términos per cápita. Sin embargo, es un importador neto de combustibles fósiles, que representan el 39% del consumo energético del país, destinado en gran parte al transporte.

La ministra Ubaldi subrayó que la movilidad eléctrica es un paso clave para el desarrollo sostenible del país. “Nos hemos fijado el objetivo de desarrollar una matriz energética sostenible y se destaca la importancia del desarrollo de la movilidad eléctrica como una línea de acción prioritaria para lograr dicho objetivo”, añadió Ubaldi.

La Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica está, además, alineada con los compromisos asumidos por Paraguay ante Naciones Unidas en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, en inglés) enmarcadas en el Acuerdo de París.

La movilidad eléctrica es una prioridad para la descarbonización del transporte, un sector responsable de la cuarta parte de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en el mundo. En caso de que no se adopten medidas para cambiar esta tendencia —como la transición hacia la movilidad eléctrica—, las emisiones de GEI debidas al transporte aumentarán en un 50% para 2050. Un valor incompatible con el objetivo de limitar el incremento de la temperatura global a menos de 1,5 grados centígrados. Esa es la importancia estratégica de la movilidad eléctrica.

La apuesta hacia la movilidad eléctrica conducirá, destaca el texto de la estrategia, a una mejora significativa de la calidad del aire. Y añade que entre los beneficios de esta transición no solo está la mejora en la calidad de vida de la población, sino en el transporte público, la generación de nuevos empleos, el fortalecimiento de la industria y el refuerzo del sistema de innovación gracias a la creación de nuevos negocios.

Ejes estratégicos

El contenido de la estrategia está dividido en cinco ejes.

El primero engloba las regulaciones y estándares, desde la interoperabilidad hasta la tarifación, pasando por normativas de seguridad y sostenibilidad ambiental y los procesos de respuesta ante siniestros viales.

El segundo es la infraestructura y se centra en los puntos de carga, los servicios para los usuarios y las adecuaciones necesarias del Sistema Eléctrico Nacional.

El tercero es la información y promoción, lo que involucra el desarrollo de proyectos piloto de transporte público, la difusión de los programas de investigación y desarrollo, las

capacitaciones profesionales y académicas y el desarrollo de un programa de comunicación para promover la movilidad eléctrica del país.

El cuarto es el financiamiento, que aborda los préstamos para compra de vehículos eléctricos, el acceso a fondos internacionales para fomentar iniciativas vinculadas al sector, los mecanismos financieros para promover la electrificación del transporte público y otros mecanismos financieros para fomentar el desarrollo de la cadena de valor de los vehículos eléctricos.

El quinto eje es la oferta y la demanda. Se enfoca en la transformación de la flota vehicular de las instituciones públicas, los incentivos fiscales para la compra de vehículos eléctricos, sus componentes y para la mejora de la competitividad para el desarrollo industrial asociado a los modos de transporte eléctricos.


La Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica de Paraguay fue construida en un proceso participativo encabezado por la Secretaría Técnica de Planificación y Desarrollo Social con la colaboración del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones; el Ministerio de Industria y Comercio; el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible; la Unidad de Gestión de Presidencia de la República; la Administración Nacional de Electricidad; el Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología; el Ministerio de Hacienda; el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social; el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat; y la Agencia Financiera de Desarrollo. Formaron parte de este proceso el sector privado y la acdemia, integrantes de la mesa de trabajo sobre movilidad eléctrica, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Federación Internacional del Automóvil (FIA),  el Touring y Automóvil Club Paraguayo (TACPY) y Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) a través de la plataforma MOVE, en conjunto con el Fondo Verde del Clima.