Para muchos, la transición hacia movilidad eléctrica en Latinoamérica se mide con la compra de carros eléctricos. Cuando en el imaginario colectivo el carro es un Tesla, un vehículo costoso para una región con un PIB per cápita insuficiente para adquirirlo, el sueño de alcanzar la electromovilidad se puede ver truncado. Sin embargo, la clave para acelerar la movilidad de cero emisiones no está en la masificación de los vehículos privados, sino en el transporte público, uno de los aspectos que la región, en cabeza de las capitales Bogotá y Santiago, está liderando.
¿De qué se trata?: Esta fue la reflexión del panel “Des-TESLA-lizar» la movilidad eléctrica: transporte público y digitalización, la clave para la movilidad cero emisiones en América Latina y el Caribe”, que se realizó el 10 de mayo en el marco de la Semana del Transporte y Cambio Climático #TransportWeek22, junto con GIZ y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), por medio de la plataforma MOVE.
¿Quiénes participaron?: El espacio contó con la participación de Cristina Victoriano, jefa del área de Transporte en la Agencia de Sostenibilidad Energética; Carlos Mir Cárdenas, experto en movilidad eléctrica del PNUMA, y Luis Felipe Quirama, experto en movilidad eléctrica y digitalización del PNUMA, y Daniel Díaz Rivas, coordinador de la iniciativa #MoveToZero.
¿Por qué es importante?: Electrificar el transporte público es fundamental para la democratización de la movilidad eléctrica, así como para la transición hacia la descarbonización de los países latinoamericanos y la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles. Además, tiene un impacto importante en la salud de las personas, mejorando su calidad de vida. El transporte público también es relevante ya que permite incrementar la innovación en la digitalización y el big data.
¿Cómo avanza la región?: Latinoamérica avanza en la creación de estrategias nacionales y estudios para redes y rutas de transporte público, las cuales han permitido acelerar la transición hacia la electromovilidad del sector, de acuerdo con Carlos Mir, del PNUMA. De hecho, las capitales Bogotá y Santiago tienen, después de China, las flotas de buses eléctricos más grandes en el mundo. Estos logros se dan gracias al fortalecimiento del ecosistema de la movilidad eléctrica, el cual reúne varios actores. Entre esos, está la plataforma MOVE, que brinda apoyo técnico, crea y promueve el conocimiento e iniciativas regionales e internacionales.
¿Qué rol juega la digitalización?: La digitalización del transporte es el uso tecnologías digitales en diferentes eslabones de la cadena de valor del sector transporte. Según Quirama, la digitalización no solo potenciará la movilidad eléctrica, sino también reducirá las emisiones, mejorará la eficiencia energética, la seguridad vial y el acceso especialmente a grupos vulnerables.
¿Cuál es el enfoque de Chile?: El país parte de una estrategia nacional de electromovilidad consensuada entre los diferentes actores que componen el ecosistema. Según Cristina Victoriano, se priorizó el transporte público masivo ya que los beneficios les llegan a más personas, es por esto que el plan apunta a acelerar la movilidad eléctrica en las regiones chilenas. La estrategia también le apunta a un enfoque de equidad de género. “Si no incorporamos la equidad de género ya nos vamos a demorar 100 años más en lograr los cambios. El 60% de los buses lo usan las mujeres. Necesitamos más conductoras, más seguridad”, dijo Victoriano.