Cada vez circulan más buses, camionetas y motocicletas eléctricas por las calles de nuestras ciudades. Son parte de un cambio de paradigma, una transformación que busca construir sistemas de transporte urbano más sostenible en toda la región. La transición hacia la movilidad eléctrica es fundamental para la lucha contra el cambio climático, ¿pero es una forma de transporte segura? ¿Qué pasa si hay un accidente y un autobús eléctrico se incendia?
Esta es una preocupación razonable en la medida que crece el parque de vehículos eléctricos en América Latina y el Caribe. En principio, un coche eléctrico no es más peligroso que uno a gasolina. De hecho, es menos probable que uno eléctrico se incendie. Pero en caso de que ocurra, es más difícil extinguir el fuego. Y, a pesar de las medidas de seguridad incorporadas en estos vehículos, la presencia de circuitos eléctricos de alta tensión implica un riesgo adicional.
Controlar estas situaciones exige una formación específica. En especial para las y los bomberos, que son los primeros que llegan cuando hay una emergencia y tienen que saber a qué se enfrentan para tomar decisiones rápidas bajo presión. Conocer los modelos de los vehículos híbridos y eléctricos, la ubicación de las baterías, si cuentan también con un motor de combustión interna, por dónde pasa el cableado y qué tipos de riesgos existen es imprescindible para saber cómo actuar.

Participantes del primer curso regional sobre operaciones en incidentes en vehículos híbridos y eléctricos, en el Parque Tecnológico de Itaipú, Paraguay. / Foto: Víctor Azcona
El primer curso regional para bomberas y bomberos
Por atender a estos desafíos, la plataforma MOVE del Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente organizó a finales de 2022 el primer curso regional sobre Operaciones en incidentes en vehículos híbridos y eléctricos del que participaron 33 bomberas y bomberos de 14 países de América Latina y el Caribe. Fueron cinco días de clases teóricas y prácticas en las que aprendieron cómo responder ante la necesidad de realizar rescates de personas o apagar fuegos cuando hay un vehículo eléctrico o una estación de carga involucrados.
«Este curso, desde el punto de vista como instructor, ha sido extraordinario», destacó el sargento Luis Alfredo Jordán, del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Cali, quien estuvo a cargo de la capacitación. Y valoró en especial el apoyo y la capacidad técnica que brindaron los profesionales del Parque Tecnológico Itaipú, en Paraguay, en cuyas instalaciones se celebró el curso.
La capacitación de bomberas y bomberos forma parte de la estrategia para impulsar la transición hacia la movilidad eléctrica en la región. Es también una respuesta al interés de los gobiernos de los países que buscan anticiparse a los cambios y estar preparados para garantizar la seguridad de la ciudadanía a medida que se adopta esta nueva tecnología. Es una apuesta por el futuro con un espíritu de previsión a mediano plazo.
La movilidad eléctrica es una prioridad para la descarbonización del transporte, un sector responsable de la cuarta parte de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en el mundo. En caso de que no se adopten medidas para cambiar esta tendencia —como la transición hacia la movilidad eléctrica—, las emisiones de GEI debidas al transporte aumentarán en un 50% para 2050. Un valor incompatible con el objetivo de limitar el incremento de la temperatura global a menos de 1,5 grados centígrados. Esa es la importancia estratégica de la movilidad eléctrica.
América Latina y el Caribe tiene condiciones excepcionales para avanzar hacia la transición eléctrica en forma acelerada. En primer lugar, los países de la región tienen matrices de generación eléctrica con una elevada participación de energías renovables. Con casos destacados, como Uruguay y Costa Rica, que generan más del 95% de su electricidad con energías renovables. Por otro lado, cuenta con ciudades con logros significativos en materia de transporte público, ya que tiene las dos ciudades —Bogotá y Santiago de Chile— con las mayores flotas de autobuses eléctricos del mundo, si se excluyen las ciudades de China.

Dos bomberos realizan ejercicios prácticos durante el curso sobre operaciones en incidentes en vehículos eléctricos. / Foto: Víctor Azcona
Un hito para la transición segura hacia la movilidad eléctrica
En el marco de esta estrategia regional, el curso celebrado en Paraguay es un hito para el despliegue de la movilidad eléctrica. Y es solo un comienzo. En las próximas semanas, estará disponible en línea una versión virtual del curso para que puedan capacitarse las y los bomberos que estén interesados en el tema.
Quienes asistieron al curso presencial de 2022 no solo fueron entrenados para enfrentar emergencias, sino también como instructores para replicar las capacitaciones en sus países de origen. Desde México hasta Argentina, la región comienza 2023 con una red de bomberas y bomberos preparados para enfrentar emergencias con vehículos eléctricos y comprometidos para lograr una transición segura hacia la movilidad eléctrica.
«Ya nos hemos enfrentado a accidentes, no ha pasado a mayores», contó tras el curso Dulce Gutiérrez, de la Dirección de Protección Civil del Estado de Nuevo León, México. «Tenemos ya las herramientas para saber qué hacer y que son vehículos seguros”.
El curso regional sobre Operaciones en incidentes en vehículos híbridos y eléctricos fue una iniciativa conjunta de MOVE junto con el apoyo del Programa EUROCLIMA+ de la Unión Europea y el Fondo Verde del Clima (GCF) y en colaboración con el Parque Tecnológico de Itaipu Paraguay, Itaipú Binacional y el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Cali.