Move habló con Juan Carlos Abascal, director de Movilidad LATAM en MobilityADO, sobre los desafíos operativos del primer vehículo eléctrico del sistema de transporte.
Con la puesta en marcha del primer bus eléctrico en el sistema del Metrobús de la Ciudad de México, se inicia un nuevo hito en la movilidad de la capital mexicana. El inicio del proyecto piloto busca transferencia tecnológica, y adecuar a la geografía y características viales de la ciudad este nuevo vehículo de transporte masivo.
A pesar de las similitudes aparentes entre un bus a combustión con uno eléctrico, las diferencias operativas entre ambos sistemas son radicales. Para el montaje del piloto, que tendrá una duración de 10 años, se requirió la planificación que va desde los tiempos de mantenimiento y carga hasta la forma en que los conductores aceleran y frenan.
Fuente: LinkedIn – Jorge Suarez
Juan Carlos Abascal, director de Movilidad LATAM en MobilityADO, habló con Move acerca de los desafíos operativos que plantea el rodamiento de buses eléctricos por la Ciudad de México.
MOVE: ¿La implementación de este piloto permitió algún tipo de transferencia tecnológica?
Juan Carlos Abascal: Si claro, justo en este momento estamos en el proceso de certificación del grupo mecánico de mantenimiento del bus eléctrico que se trajo. Ese mantenimiento no lo hará el fabricante, sino que lo haremos en nuestros talleres. La certificación queremos lograrla antes de que lleguen los otros nueve vehículos y tener la capacidad instalada aquí en México.
MOVE: En los sistemas masivos de transporte como el Metrobús el mantenimiento es parte esencial de la operación, ¿que diferencias hay entre el eléctrico y el diésel?
J.C.A: El bus eléctrico da menos tiempo para el mantenimiento por lo que se pierden tres horas en cargar las baterías, pero por otro lado, al tener menos piezas el requerimiento es menor. Generalmente se hace un ajuste de carrocería, las puertas que sufren desgaste, frenos, etcétera. En el diesel cada tanto tienes que revisar el motor y hacer cambio de aceites.
MOVE: ¿Cuál es la duración del vehículo teniendo en cuenta que se cumpla el mantenimiento?
J.C.A: El plan operativo es a 10 años. El reto es que la batería dure ese tiempo u 800.000 km sin necesidad de cambio. Sin embargo, un vehículo de estos puede durar más años. Nosotros nos vamos a centrar en realizar un “tunning” para las especificaciones del sistema del Metrobús. Serán buses puestos a punto para funcionar con las particularidades de la Ciudad de México.
MOVE: ¿Cómo llega ADO al piloto del bus eléctrico del Metrobús?
J.C.A: Cuándo Engie decide invertir en traer un bus eléctrico y Metrobús acepta implementar el piloto nace la necesidad de tener un operador con experiencia de buses BRT. En ese momento se identifica que ADO cuenta con la experiencia con este tipo de vehículos por su subsidiaria en España y además de ser quien opera la línea 3. De esta forma nació lo que yo llamo una operación a tres bandas para adelantar el piloto.
MOVE: ¿Cuáles son esas capacidades operativas necesarias para operar un bus eléctrico de esta naturaleza?
J.C.A: Conceptualmente un vehículo eléctrico es muy diferente a uno de diésel. Las restricciones de autonomía en el eléctrico obligan a tener una gestión diferente de tu día. Se basa más en el manejo, el frenado para recargar. El torque se da todo en el arranque. Variables como estas toca tenerlas en cuenta en cuanto al consumo. En el diésel se tiene que cuidar el consumo en combustible para tener un ahorro, pero ese es un gasto que se da en otros términos.
MOVE: En su experiencia, ¿cuales son las ventajas para el usuario y el entorno del bus eléctrico?
J.C.A: Los beneficios para el pasajero son muchos. El vehículo eléctrico tiene tres impactos muy importantes. Primero, no genera ruido, lo que da una experiencia de viaje mucho más placentera. Segundo, no genera vibraciones, lo que es constante en uno “tradicional”. Y tercero, el entorno y el peatón. Si hay una vivienda o un comercio en frente de una de estas líneas y pasa un bus eléctrico, va a hacer ruido y no va generar polución. El vehículo eléctrico es el futuro y toca empezar a hacer el cambio.