Chile – NDC
Actualización de la NDC de Chile.
Actualización de la NDC de Chile.
Actualización de la NDC de Argentina.
En este texto se presentan propuestas para impulsar la electromovilidad pública en México. En el análisis se incluyen sugerencias enfocadas a una política industrial para la electromovilidad, se evalúa la política industrial automotriz actual de México y se identifican medios para promover el desarrollo de la industria nacional de vehículos de transporte público eléctricos, especialmente los autobuses eléctricos, a fin de posicionar el país como centro de fabricación de vehículos de transporte público eléctricos a nivel regional. A partir de las experiencias de México a la hora de promover la transición hacia una movilidad urbana pública más sostenible, se evaluaron los impactos de las actividades ya realizadas en sus principales regiones metropolitanas, incluidos aquellos que dichas actividades han generado o pueden generar en la economía y, particularmente, en el empleo y el crecimiento del país. Por último, se analizan la dimensión financiera de esta transición, los sistemas de cooperación público-privados y los incentivos apropiados para la promoción de nuevos modelos de negocios y su correcta operación y mantenimiento, con miras a superar una de las grandes barreras a la instalación de flotas de autobuses eléctricos comerciales: la alta inversión inicial que requiere este tipo de vehículos.
Ley 1964, 11 de julio de 2019
La presente Ley tiene por objeto generar esquemas de promoción al uso de vehículos eléctricos y de cero emisione; , con el fin de contribuir a la movilidad sostenible y a la reducción de emisiones contaminantes y de gases de efecto invernadero.
El Plan Estratégico Nacional de Movilidad Eléctrica surge como parte de los objetivos principales de la conformación
de la mesa de trabajo en energía alternativa de transporte, la cual da respuesta al compromiso
país asumido en la declaración y el llamado a la acción de París sobre la movilidad eléctrica y el cambio climático
(COP21), con el fin de reducir en un 25% las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), al 2030.
Los propósitos de la mesa de trabajo en energía alternativa de transporte, además, están articulados en el
Plan de Movilidad Urbana del Gran Santo Domingo (PMUS), elaborado para responder a las necesidades de
movilidad de las personas, de los negocios en la ciudad y sus entornos, para garantizarles una mejor calidad
de vida actual y futura.
Consecuente con su compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del sector transporte, que según números recientes representan el 23.7% de las emisiones de Panamá[i], el Gobierno Nacional de Panamá avanza en el fortalecimiento de medidas encaminadas a la adaptación y mitigación al cambio climático.
Es este sentido, a mediados del 2018, el Ministerio de Ambiente y la Secretaria Nacional de Energía solicitaron al
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONU Medio Ambiente), a través de su oficina para América Latina y el Caribe, la colaboración para el desarrollo de una Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica. Esta solicitud se concretó, gracias al apoyo de Euroclima+. La estrategia tiene como objetivo potenciar y unificar los programas desarrollados por el Gobierno y el sector privado para enfrentar los desafíos que imponen los temas de movilidad y calidad de vida en las ciudades del país, a través de la movilidad eléctrica. Aunado a una visión integral que busca mejorar la movilidad mejorando y promoviendo el uso del transporte público y facilitando la movilidad por medios no motorizados.
Un tercio del consumo energético final en Chile corresponde al sector transporte y, de esta fracción, el 98% corresponde a derivados del petróleo (Balance Nacional de Energía 2015), volviéndolo responsable de cerca de un 20% del total de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) del país además del impacto local por polución que ese consumo produce en las concentraciones urbanas.
Esta situación plantea la necesidad urgente de implementar políticas públicas que apunten a un uso eficiente de la energía en el sector transporte para reducir los efectos en el medioambiente, pero también para disminuir la dependencia de Chile de combustibles importados y la vulnerabilidad que ello tiene aparejado.